Bullying y cómo reaccionar desde el núcleo familiar

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El acoso escolar, popularizado como bullying, es todo el maltrato físico y emocional de manera reiterada, por parte de uno o varios estudiantes a otro.

Generalmente, esta clase de agravios van acompañados por golpes, burlas, insultos, humillaciones, daño material o incluso, acoso a través de las redes sociales.

En este sentido, es importante que las víctimas de las agresiones reciban apoyo de sus profesores, pero también de sus padres, quienes deben saber cómo reaccionar desde el núcleo familiar ante el bullying.

Conoce algunos métodos para proteger a tu hijo del bullying

Hablar con el menor en casa sobre el tema e instarlo a contarte la situación, es un paso imprescindible para resolver el asunto.

Una vez establecido el caso de bullying, lo siguiente es hacerle entender al infante que cuenta con todo el apoyo para superarlo.

Asimismo, hay que aclararle que no puede continuar evadiendo la situación, sin embargo, tampoco se le debe motivar a enfrentar a los agresores con violencia.

Igualmente, es importante contactar con los profesores del niño u otras autoridades de la escuela, para establecer un plan de apoyo.

Las medidas para afrontar el acoso escolar también se les deben notificar a la víctima, así como levantar su autoestima reforzando sus aptitudes positivas.

De ninguna manera se puede sobreproteger al niño y, en ocasiones, inscribirlo en otras actividades deportivas o de su gusto, suele ser útil.

Datos para identificar a una víctima de acoso escolar

Algunos datos para identificar a una víctima de acoso escolar cuando llega a casa, es estar atentos ante los cambios drásticos de actitud.

Por ejemplo, ira o depresión, pero también es común que, al sufrir la agresión, inventen excusas para no ir a estudiar.

La baja autoestima, regresar con moretones, heridas o simplemente desaliñados, son otras señales, al igual que los cambios recurrentes de la ruta del colegio a la casa o viceversa.